Este breve apunte, es un borrador que encierra los aspectos más destacados de la historia natural y cultural del Municipio de Comandante Andresito y la región en la que se inserta. No pretende tener un enfoque académico, sino que está pensado para despertar el interés de alumnos y profesores, en ahondar más en el conocimiento de nuestra geografía e historia local. Fue desarrollado como una guía para un concurso de preguntas y respuestas para alumnos de las escuelas de Andresito, con el fin de aportar no sólo conocimiento, sino también la reflexión de cuanto tenemos aún por conocer acerca del lugar donde vivimos. Quedan muchas inquietudes, datos por verificar y ahondar y por sobre todo la tarea de “salir a buscar la información”, ya que es la gente local la que la tiene, en su memoria, en un papel o un objeto guardado con afecto, una parte del rompecabezas de nuestra identidad como comunidad. También será necesario escarbar en los archivos de las instituciones públicas y los medios de comunicación donde seguramente habrá mucha más información acerca de nuestra historia. Para desarrollar estas breves páginas fueron utilizados informes técnicos, recortes de diarios, datos obtenidos mediante entrevistas o experiencias personales, por lo que seguramente quedarán muchas dudas sin responder o datos que arreglar. Espero les sirva.
No se conoce mucho de la presencia de poblaciones en la antigüedad del territorio que hoy ocupa el Municipio de Andresito, sin embargo, por referencias arqueológicas de la región, y algunos hallazgos recientes en las costas del río Iguazú, en la zona de la Península, podemos decir que en los antiguos pobladores de estas tierras pertenecían a diferentes etnias tupí guaraníes, como los Cainguás. Estos grupos de aborígenes se asentaban principalmente a la vera de los ríos y arroyos importantes. Uno de los primeros en describir las poblaciones que vivían en nuestra región, principalmente a orillas del Iguazú, fue Alvar Núñez Cabeza de Vaca, en su viaje desde la isla de Santa Catalina hasta Asunción, realizado en el año 1.542, durante el cual descubrió las Cataratas del Iguazú, conocidas hasta el momento sólo por los aborígenes. Al respecto Cabeza de Vaca comenta: "...Todos los cuales les salían a rescebir a los caminos com muchos bastimentos, mostrando grande placer y contentamiento com su venida, y a los indios principales señores de los pueblos les daba muchos rescates, y, hasta las mujeres viejas y niños salían a ellas a los rescebir, cargados de maíz y batatas,... y antes de llegar com gran trecho a los pueblos por lo habían de passar, alimpiaban y desmontaban los caminos, y bailaban y hacían grandes regocijos de verlos" (Cabeza de Vaca, 1947). "...Y en la ribera del río estaban muy gran número de indios de la misma generación de los guaraníes, todos muy emplumados com plumas de papagayos y almagrados, pintados de muchas maneras y colores, y com sus arcos e flechas en las manos hecho um escuadrón de ellos, que era muy placer de los ver" (Cabeza de Vaca,1947). Los primeros datos arqueológicos de la región fueron hechos por el argentino Juan Bautista Ambrosetti recién entre 1892 y 1.894, pero en la margen brasilera del río Iguazú. Ambrosetti colectó artefactos indígenas antiguos, entre los que se encuentran fragmentos de recipientes cerámicos, grandes urnas funerarias, artefactos de piedra y adornos labiales hechos de resina llamados tembetás. Las características de estos objetos podrían determinar que incumbirían a la etnia Cainguás, pertenecientes a una rama de la cultura tupí guaraní, que ya poseían cerámica, cestería y se dedicaban al cultivo. Estos mismos tipos de artefactos antiguos, fueron hallados por colonos de la zona de la Península de Andresito y en otros lugares de la costa del Iguazú en Andresito. "...Los Cainguás formam una nación poderosa que, en su mayor parte, tiene sentados sus reales en el territorio paraguayo, com una dispersión geográfica vasta; puede decir-se que, en el Alto Paraná, ocupan la región boscosa hasta Iuitorocai y se internan hasta muy al centro, rodeando casi la maior parte de los herbales..." (Ambrosetti, 1894). Otros estudios arqueológicos más recientes, en la década del 70, descubrieron restos arqueológicos de asentamientos más antiguos que los tupí guaraníes, con culturas líticas (basadas en el uso de la piedra) pre cerámicas, de grupos de cazadores y recolectores y que poblaron estas tierras. Ente los elementos encontrados hay lascas de piedra, puntas de flecha, hachas y cuchillos del mismo material. Estos objetos, hallados también del lado brasilero, a un promedio de 40 centímetros y un metro de profundidad, pertenecerían a asentamientos fechados entre 4960 a.C. e 335 a.C.
Cómo es bien conocido, durante el proceso de ocupación española de la región, además de los expedicionarios, que buscaban principalmente oro, la Iglesia Católica estuvo presente por medio de la Compañía de Jesús, más conocidos como jesuitas. Estos se establecieron mediante los asentamientos organizados, llamados reducciones, en los que se alojaba voluntariamente a los indígenas. Según datos de los propios jesuitas, crearon en nuestra región alrededor de diez reducciones, la más cercana a lo que hoy es Andresito, fue la de Santa María, que por los mapas de la época, estaba cerca de las Cataratas del Iguazú. Por ese motivo también se la conocía como Santa María del Iguazú, la ubicación exacta en la que se encontraba es aún desconocida en nuestros tiempos. Es importante aclarar, que esos asentamientos no eran construidos en piedra, como los que existen en el sur de Misiones, sino que se utilizaba la madera, por lo que con el paso del tiempo la selva terminó por hacer desaparecer esas construcciones. Con el avance de los bandeirantes, que eran tropas armadas, organizadas por los portugueses, que secuestraban a los aborígenes para usarlos como esclavos en los ingenios azucareros, las reducciones y sus pobladores fueron trasladados de nuestra región hacia el sur de Misiones, en Argentina y también en Paraguay y Brasil, conformando los 30 pueblos jesuitas que hoy conocemos, quedando abandonados y despoblados los asentamientos jesuíticos de nuestra región, que después de la retirada de los jesuitas (1631 y 1638), permaneció despoblada, y sólo era utilizada como zona de paso, los jesuitas fueron expulsados definitivamente de de esta parte de América en 1.767.
Durante muchos años, con los sucesos de la independencia de los países de la región, toda esta región permanecía sin asentamientos humanos de importancia, el territorio de Misiones, por su posición estratégica, era permanente reclamado como propio por Paraguay, Brasil y la Argentina. Estas disputas regionales, llegó a su máximo punto con la guerra de la triple alianza, en la que Argentinos, uruguayos y Brasileños enfrentaron al Paraguay, en lo que se llamó la Guerra de la Triple Alianza (1.865-1.870). Después de terminada la guerra, el territorio de Misiones empezó a poblarse y ocuparse lentamente.
En ese período de tiempo, empujados por las guerras y posterior avance sobre sus territorios para sacar la yerba mate silvestre, las selvas de la región fueron pobladas por aborígenes provenientes del sur y del oeste, entre los que se identifican los de la familia lingüística Jé y otros de la rama Tupí Guaraní como los Mbyá y los kaingangues. Estos últimos poblaron los territorios más altos, con una cultura asociada al pino paraná, que crece en las zonas más elevadas y frías, como San Antonio, Irigoyen y San Pedro. Fueron los provenientes de las selvas del Paraguay, los Mbyá, que pobló las selvas bajas. Esta etnia permanece en estos territorios hasta nuestros días, a ella pertenecen las familias que forman la comunidad Caá Güí Porá de Andresito, que viven en un lote de su propiedad cerca del río Iguazú. Según los antiguos pobladores existían también asentamientos Mbyás en la zona de paraje Itatí, a orillas del arroyo tateto y en cercanías del paraje deseado, donde hoy se encuentra el Parque Provincial Urugua í.
Este litigio por la posesión del sector oriental de Misiones entre la República Argentina y el Brasil, fue resuelto por medio del Laudo Arbitral del presidente de los Estados Unidos, Stephen Grover Cleveland, en febrero de 1895. Este fallo, conocido como “fallo Cleveland”, quitó a la Argentina 30 mil kilómetros cuadrados de Tierra, es decir un territorio del tamaño de la superficie actual de Misiones (34.000Km2). Fue este laudo que determinó, de manera definitiva, que el Arroyo San Antonio sea el límite entre Argentina y Brasil en nuestra región. Este tratado, dio origen a los actuales Hitos fronterizos ubicados en ambas márgenes en la desembocadura del San Antonio en el Iguazú, antiguo puerto de Andresito.
En lo que hace a su historia más moderna, Misiones tuvo al menos tres etapas de desarrollo bien marcadas: la extracción yerbatera, los obrajes forestales y la colonización agrícola.
Durante el proceso de extracción yerbatera, iniciada por los propios jesuitas, en nuestra región tenía su epicentro, a principios del XX, en los yerbales silvestres de la zona de San Antonio y también del lado brasilero. Todo el movimiento del producto de la cosecha se realizaba por medio de tropas de mulas, que acarreaban la yerba seca desde las sierras hasta las costas del Paraná, principalmente hasta Puerto segundo, localizado entre Wanda y Puerto Esperanza. Hasta ahí llegaban por medio de picadas, que atravesaban lo que hoy es el Parque Provincial Urugua í. Según los datos, el recorrido de esas picadas dio origen a las actuales Rutas Provinciales 19 y 24 y a la Nacional 101, siendo esta última, una de las más antiguas de Misiones. Sobre la 101 surgieron las primeras poblaciones de nuestra zona, como Bernardo de Irigoyen, San Antonio y el mismo Paraje Deseado, que según relatos de antiguos pobladores, era un antiguo parador de mulas, donde se hacía el recambio de las tropas, desde ahí se conectaba con la picada que iba hacia el Puerto Segundo o, siguiendo la actual 101, atravesando lo que hoy es el parque Nacional Iguazú, se llegaba hasta Puerto Aguirre, hoy Puerto Iguazú. Con la destrucción y el abandono de los yerbales silvestres la región se convirtió en una zona de paso, principalmente de los contrabandistas de yerba y otros artículos que venían desde el Brasil.
En Misiones, la explotación de la madera silvestre durante las primeras décadas del siglo XX, de parte de grandes empresas, se realizó usando el río Paraná como medio para sacar los enormes troncos, en formas de balsas llamadas jangadas, hasta las zonas pobladas donde eran aserrados. Sin embargo, por razones de costos, la explotación forestal, no llegó sino hasta unos 20 kilómetros de la costa del río Paraná, quedando nuestro territorio, fuera de esta actividad, y nuevamente las Cataratas fueron una barrera infranqueable para sacar la madera. A pesar del aislamiento, hubo un obraje importante que se encargó de extraer árboles maderables en el territorio de lo que hoy es el parque Nacional Iguazú. Algunas crónicas cuentan de grandes jangadas que eran transportadas en época de creciente por el río Iguazú y que se desarmaban para arrojar los troncos a las Cataratas para volver armarlas aguas abajo. La principal vía de extracción por tierra era la picada que recorría el mismo trazado que la actual Ruta Nacional 101 dentro del Parque Nacional. El sistema para acarrear los inmensos troncos era las alzaprimas, que consistía en un eje con grandes ruedas de madera, los troncos se canteaban dándole forma cuadrada y se colgaban del eje, enganchando en los mismos troncos a las tropas de mulas que estiraban la carga. Se dice que dentro de un obraje grande podían tener hasta mil mulas para trabajar. Con el tiempo, la Ruta 101 se convirtió en el único acceso terrestre a las Cataratas del Iguazú, existiendo registros del primer colectivo que unía Irigoyen con las Cataratas llamado “El Pájaro Azul”, en el año 1938. La otra manera de llegar hasta ese lugar era por el río Paraná en barcos, puerto que la ruta nacional 12 aún no estaba construida.
El Parque Nacional Iguazú fue creado en el año 1.934 por medio de la Ley12.103, pero su territorio llegó sólo hasta lo que hoy es límite entre el departamento del Iguazú y General Belgrano. Para ese entonces Misiones era territorio nacional y todo el norte se denominaba como departamento de la frontera. La provincia de Misiones se crea en el año 1953 y en el año 1.956 el Departamento General Belgrano, que toma el nombre de la Colonia General Belgrano, creada en 1951 y que más tarde sería el Municipio de San Antonio, que incluía, hasta 1983, todo el territorio que hoy es Andresito. Con la creación del Parque Nacional Iguazú, el resto de la selva que se extendía hacia el Este, hasta el Arroyo San Antonio, quedó prácticamente aislada del incipiente desarrollo agrícola, que de la mano de los inmigrantes, principalmente europeos, ocurría en Misiones para esos tiempos. Sobre todo porque la manera de movilizar a los inmigrantes que llegaban a la Argentina a poblar esas tierras, era por medio de barcos, la barrera natural de las Cataratas seguía siendo el obstáculo para el poblamiento de la zona. La colonia agrícola de esos tiempos, más cercana estaba en la zona de la actual colonia Lanusse, parte de la colonia Wanda, fundada por inmigrantes polacos.
Durante varios años, una parte del territorio de lo que hoy es Andresito, era explotado forestalmente mediante concesiones del estado. La principal empresa forestal que se instaló en la región fue la de la familia Queiroz, cuya industria dio origen al poblado de Cabure-í, que para la década de 1940/50 era un importante polo de desarrollo en esta parte de Misiones. Para ese entonces había poco y nada desarrollo de la agricultura, sólo en la zona de lo que hoy es el Puerto, empezaron a instalarse colonos provenientes principalmente de Brasil. Durante ese tiempo, el aislamiento y la falta de presencia de las autoridades argentinas convirtieron a estos territorios en tierra de nadie, donde los brasileños realizaban todo tipo de actividades de manera ilegal. En el año 1968 se realizó un censo poblacional del área, determinándose que sólo vivían ahí dos familias argentinas y una paraguaya, el resto eran brasileños. La única comunicación de esa zona con el poblado argentino más cercano, era una picada que comunicaba la desembocadura del Arroyo San Antonio en el río Iguazú con el paraje Caburé í. En el año 1970, con la idea de empezar a tener presencia argentina en la zona, se empezó a construir la Ruta 25, que va desde caburé í hasta el antiguo puerto, que fue utilizada como vía principal para el posterior proceso de colonización. Si bien en la zona de Puerto Andresito se asentaron más familias argentinas y se construyó una escuela, por razones presupuestarias la colonización organizada recién se inició diez años más tarde con el Plan de Colonización Andresito. No sea encontrado referencia al momento en que el Puerto comenzó a llamarse Andresito, está claro que la imposición de ese nombre no fue elegido al azar, sino que constituye una referencia clara a la frontera Argentina frente al Brasil, habida cuenta de la historia de Andrés Guacurarí, que fue un férreo combatiente de los avances Brasileros sobre nuestro territorio.
Como hemos visto, el territorio de lo que hoy es nuestro municipio a lo largo de la historia, por diferentes motivos siempre fue relegado, recién en el año 1979, 11 años después de haberse hecho el censo de ocupación y 10 de hacerse el camino, el gobierno provincial, para ese entonces a manos de los militares, puso en marcha el Plan de Colonización Andresito, mediante la Ley 1074, sancionada el 22 de febrero de 1979, por el Poder Ejecutivo del gobierno militar. Esta ley determinó para ese fin la sección VII de la Colonia General Manuel Belgrano, para ese entonces parte del Municipio de San Antonio, con una superficie de 55 mil hectáreas aproximadamente. Mediante el Decreto 3187, se nombra como Director ejecutivo del Plan al Teniente coronel (retirado) Homero Enrique Jáuregui, con el cargo de Comisionado de Frontera. Más adelante el gobierno promulgó la Ley 1175, el 10 de octubre de 1979, la que estableció la operatoria del plan en el terreno, autorizando la apertura de caminos y todos los desmontes necesarios para la implementación del plan. Entre otras cuestiones la Ley 1175, en su artículo 2, hace mención a que en el caso de que los colonos adjudicatarios opten por hacer el desmonte ellos mismos en el 75 % del total del lote, la madera será propiedad del colono y estará libre de aforos, el otro 25 % de las chacras no podrían ser desmontados. Este artículo permitió un importante desarrollo de la actividad forestal durante los primero tiempos de la colonización. También se autorizaba a los directores del plan a mensurar áreas urbanas y suburbanas con el fin de desarrollar un centro cívico y entregar tierras a personas indigentes u ocupantes ilegales que puedan cumplir con los requisitos del plan. La primera mensura se realizó sobre 7 mil hectáreas, divididas en dos fracciones y estuvo a cargo de los agrimensores Mariano Vicente Díaz y Alfredo Marelli. El total de la superficie destinada a la colonización era de 64 mil hectáreas. La primera mensura “dividió” las 7 mil hectáreas en lotes de 150 hectáreas cada uno. El 2 de mayo de 1.979 se dio inicio a la entrega de los pliegos de las condiciones para que los colonos puedan acceder a los lotes del plan. Durante el primer día de entrega de los pliegos asistieron a las oficinas del Ministerio de Asuntos Agrarios de Misiones, unas 100 personas interesadas. Este pliego, además de establecer las condiciones para acceder a la tenencia de los lotes, establecía un precio de 63 mil pesos por hectáreas. Los colonos tendrían tiempo hasta el 6 de agosto de ese año para presentar las solicitudes. El 8 de agosto se abrieron las solicitudes, para la primera etapa del plan se recibieron 248 pedidos. En el mes de mayo se llamó también a licitación para la apertura de caminos y desmontes. En noviembre del año 1979 visitó la zona de la colonización, el entonces Ministro del Interior del gobierno de facto, General Albano Harguindeguy, quienes visitaron el Puerto Andresito, que para ese entonces era la única área poblada y el lugar donde hoy está asentado el pueblo, donde brindaron por el futuro asentamiento. Con esta visita se dio un nuevo impulso al plan. En esa inspección, el Director del Plan comunicó al Ministro que había 282 postulantes para 107 lotes de 150 hectáreas, es decir unas 17 mil hectáreas. Entre los postulantes había colonos de san Ignacio, Jardín América, Oberá, san javier, Eldorado y Ruiz de Montoya entre otros.
Recién el 11 de marzo de 1980 se realizó la primera entrega de las 17 mil hectáreas de tierras a 107 colonos seleccionados entre los postulantes. Esa misma semana, el 14 de marzo, se abriría la segunda etapa para el llamado a licitación de 12 mil hectáreas más, en este llamado se incluían los lotes del futuro Centro Cívico Almirante Brown. Es importante aclarar que si bien la colonización se inició en 1980, que fue cuando comenzó la adjudicación de tierras, fueron diferentes etapas, las últimas de las cuales concluyó en el período democrático que se inició en 1983. El total de la superficie entregada entre 1980 y 1996 fue de alrededor de 83 mil hectáreas. El proceso de entrega planeado en los primeros tiempos del plan fue el siguiente:
El resto de las hectáreas fiscales entregadas más tarde, fueron ocupadas en la mayoría de los casos de manera espontanea y recién más adelante regularizadas mediante la entrega de permisos de ocupación. Las personas que habían sido pre adjudicatarias de un lote asumían derechos y obligaciones establecidos en un acta previa. Mediante un contrato de pre adjudicación, se le asignaba también una superficie de terreno para construir su casa en el pueblo. El contrato tenía una duración de 335 días corridos desde su firma, y si una vez que había transcurrido ese tiempo ninguna de las partes lo anulaba, entonces pasaba a ser de adjudicación definitiva. En otra de las cláusulas, el gobierno se comprometía a terminar en el plazo de un año la infraestructura del pueblo de Almirante Brown. Un dato destacado es que el área de Soberanía, como no era apto para la plantación de yerbales, fue pensada para el desarrollo ganadero, por lo que el tamaño de los lotes, en algunos casos, rondaba las 300 hectáreas por adjudicatario. Por otra parte, dada las distancias entre esas propiedades y el centro cívico Almirante Brown, se planeó la instalación de otro centro semejante en el lugar donde hoy está asentada la localidad de Integración. Esta parte del proyecto se ejecutó durante el gobierno democrático iniciado en 1983. Sin embargo, el aislamiento por falta de caminos apropiados, la falta de servicios, hizo que lentamente ese lugar se fuera despoblando y muchas de las casas de madera que se construyeron, fueron destruidas por el tiempo y el abandono. Hoy, después de muchos años de abandono, Integración cuenta con acceso asfaltado y una mejora en la calidad de vida de la gente que ahí vive.
Es importante destacar que el proceso de Colonización tuvo su “cabecera” en la zona del Puerto, donde se construyó, ente otras cosas, la pista de aterrizaje y el primer edificio escolar, el de la escuela 158, que en ocasión de la visita del Ministro del Interior de la Nación, en 1979, ya contaba con 106 alumnos que asistían a una escuela de madera. Sin embargo, la oficina de coordinación se ubicó en el lugar donde estaba prevista la instalación del Centro Cívico Almirante Brown, hoy pueblo de Andresito, que fue construido prácticamente de cero, en un área equidistante de los lotes, sobre las costas del Arroyo San Francisco, también conocido por esos tiempos como yacutinga. En el Centro Cívico se instalaron todos los servicios, siendo las primeras construcciones que se hicieron, las pertenecientes al Banco de la Provincia de Misiones, con un total de 3 casas, dos para el personal y una para las oficinas de atención al público. Se instalaron además el servicio de telefonía, salón de usos múltiples, se construyó el edificio de la escuela 652, siendo la primera escuela privada la Rural Evangélica, a la que se asignó el Lote que actualmente ocupa en el centro de Andresito. Además se construyeron oficinas públicas y los barrios de viviendas, siendo las primeras construidas en madera, muchas de ellas aún se encuentran en uso, cómo la oficina de tierras y la de bosques. Para solucionar el problema del abastecimiento de insumos durante los primeros tiempos de la colonización, como alimentos, combustibles, herramientas, etc., la Cooperativa Agrícola de Wanda, instaló una proveeduría ofreciendo además asistencia técnica a los productores que se instalaban en la nueva colonia. El presidente de esa Cooperativa era, para ese entonces, el Sr. Roberto Beck, padre del actual intendente. Al principio la mayoría de los colonos hicieron campamentismo ´obligado´, durmiendo debajo de lonas y plásticos que ellos con mucho orgullo llamaban ´carpas´. El incesante ruido de las motosierras suplantó al canto de las aves nativas y el ruido de los árboles cayendo retumbaba a la distancia, mientras el suelo parecía rezongar por el atrevimiento de esas criaturas que parecían no temerle a nada. Así fue como se abrieron los rozados y, donde antes había sido sombra, ahora llegaba el sol implacable con todo su ímpetu y energía.
El Municipio fue creado por la ley 1839 del Poder Ejecutivo del Gobernador Militar Juan Manuel Bayón, el 20 de julio de 1983, con el nombre de “Comandante Andres Guacurarí”. En el año 2004, el nombre fue modificado por medio de una ley por el de “Comandante Andresito”. Con la creación del nuevo municipio, este territorio se separó del de San Antonio, y se abrió una etapa importante de su historia, puesto que la administración quedaba en manos de sus pobladores. Que deberían elegir por primera vez sus autoridades en octubre de 1983. Desde ese año y hasta el 2003, el Presidente del Concejo Deliberante hacía las funciones de intendente. Siendo las autoridades locales durante ese período las siguientes:
Andrés Guacurarí Artigas, llamado ´Andresito´, fue un aborigen guaraní que nació en la reducción de San Francisco de Borja (que hoy pertenece a Brasil) el 30 de noviembre de 1775. Andresito fue adoptado por el caudillo uruguayo José Gervasio Artigas y con el tiempo se convirtió en uno de sus principales líderes. Fue gobernador de Misiones en 1915 y dedicó su vida a luchar por la causa del federalismo y las autonomías provinciales, y defendió los límites territoriales de la Argentina de los intereses expansionistas de otros países. Andresito fue Comandante General de las Misiones, Teniente Gobernador de Corrientes, Coronel de Caballería del Ejército, patriota, e hijo adoptivo y leal al gran "Caracaiguazú", el Gral. José Artigas. Fue un héroe nacional vencedor en La Candelaria, en Rincón de la Cruz, en Saladas y en San Nicolás. El nombre de este municipio, Andrés Guacurarí, más conocido como “Andresito”, es un homenaje a este hombre que se destacó por su coraje, rectitud y hombría de bien.
El Municipio de Comandante Andresito una Superficie aproximada de 91 mil hectáreas, siendo el octavo municipio en tamaño de Misiones. Posee una población de 20 mil habitantes y se encuentra ubicado en el Noreste de Misiones, al Norte del Departamento General Manuel Belgrano, limita al norte con: Los ríos Iguazú y San Antonio, en la frontera con la República Federativa del Brasil. Al Sur; con el Municipio de San Antonio, Departamento de General Manuel Belgrano. Al Este: con el Río San Antonio, en la frontera con la República Federativa de Brasil. Al Oeste; con el Parque Nacional Iguazú, Municipio y Departamentos de Iguazú y con el Parque Provincial Urugua-í en el Municipio de Wanda. Del total del territorio de Andresito, 77 mil hectáreas están ocupadas por unos 1.300 lotes agrícolas, el área urbana ocupa alrededor de 500 hectáreas. La superficie restante está cubierta por parques y reservas naturales. El municipio se encuentra prácticamente rodeado por el Parque Urugua i y el Parque Iguazú y por los ríos Iguazú y San Antonio. El tamaño promedio de los lotes rurales de Andresito es de 59 hectáreas, bastante superior al promedio provincial de 25 hectáreas. La ciudad de Andresito es el área urbana más poblada, contando también con algunos parajes con urbanizaciones menores, entre los que se encuentran, Caburé i, Deseado e Integración.
La altitud media del municipio es de 243 metros sobre el nivel del mar (msnm), la zona más alta se encuentra en sobre las sierras de la Victoria hacia el Sudoeste, en el cerro Melena, que posee un altura de 480 metros msnm, la zona más baja las costas del río Iguazú con una altura de 220 msnm. Andresito posee tres cuencas hidrográficas de importancia, todas ellas tributarias del Río Iguazú, y tres cuencas menores, una de ellas tributaria del Arroyo Urugua í. Entre la cuencas de importancia se encuentran la del Arroyo San Francisco, la de El Verde y la de el San Antonio, esta última compartida con Brasil, mientras que las otras dos, son internas al Municipio. Las cuencas menores son la del Barra Fría, el Yacuy y el Uruzú.
La superficie que ocupan parques y reservas dentro del municipio es de aproximadamente el 18 % del total de su superficie, lo que equivale a 16 mil 400 hectáreas. Al suroeste se encuentra el Parque Provincial Urugua í, que posee un total de 84 mil hectáreas, de las cuales 10.034 hectáreas están dentro de Andresito, lo sigue en importancia el Parque Provincial Horacio Foerster de 4.039 hectáreas. Otros parques y reservas menores son los parques provinciales Yacuy, Cametti, Isla Grande del Iguazú, Segismundo Welcz, y la Reserva Basaldúa, que en total ocupan unas 1.100 hectáreas. Las áreas privadas de conservación ocupan unas 1.300 hectáreas en total. Ampliando la cobertura de las áreas naturales protegidas, el municipio se encuentra rodeado del Parque Nacional Iguazú y el Parque Nacional Do Iguazú, Brasil. Que conjuntamente con el PP Urugua í cubre una extensión de alrededor de 330 mil hectáreas de selva protegida.
El ambiente natural que contiene nuestro Municipio, se denomina como provincia fitogeográfica paranaense, mata atlántica interior o más conocida como selva Misionera. Dentro de esta última está inmersa o situada dentro del distrito de las llamadas selvas mixtas, que se caracteriza por presentar una compacta pluviselva subtropical semidecidua, es decir donde un 50 % de las plantas pierden sus hojas en la temporada invernal. De densa cobertura arbórea, conformada por 4 ó 5 estratos verticales, supera los 30 metros de altura, y aún más en las especies componentes del estrato emergente, como los palos rosa. La característica distintiva de este distrito en esta región, es la presencia de palo rosa y palmitos, que tienen su distribución en el norte de Misiones y que caracterizan el paisaje de Andresito. Gracias a la existencia de las grandes extensiones de los parques y reservas, y la importante cobertura natural de muchas propiedades privadas, la fauna que puebla la selva de Andresito, cuenta con la presencia de numerosas especies de gran valor para la conservación a nivel mundial, como el yaguareté, el tapir, el zorro vinagre, la yacutinga y otras especies de aves representativas de la fauna selvática y que no son comunes de ver en esta región de América. Muchas de estas especies son consideradas como “especies sombrillas” porque si están presentes, es seguro que debajo de ellas, en la cadena alimenticia, se encuentran la gran mayoría de las demás especies que pueblan la selva. Tal es la importancia de conservación de estas especies a nivel global, que algunas de ellas poseen categorías internacionales de conservación, como el yaguareté, en serio peligro de extinción.
Las principales vías de acceso terrestre al municipio son la ruta nacional 19, que se conecta con la ruta nacional 12 a la altura de la localidad de Wanda y la ruta nacional 101, ambas asfaltadas. En el caso de la ruta 101, la misma constituye la columna vertebral del la región noreste de Misiones, ya que atraviesa, de norte a sur, todo el departamento General Belgrano, llegando hasta Puerto Iguazú, por medio de un tramo terrado que atraviesa el Parque Nacional Iguazú. En el caso de la ruta nacional 19, une las localidades de Andresito y Wanda, llegando hasta el Puente Internacional Andresito-Capanema (Brasil). También es importante aclarar que el tramo terrado que va desde la intersección de la ruta 101 con la 19 hasta la localidad de Caburé i, en el límite departamental, cuenta con un proyecto avanzado para el asfaltado. Hace unos años se ha terminado el asfaltado de la ruta provincial 24, que une la ruta nacional 101 con el Paraje Integración. Existe también un Puente Internacional, construido hace casi 20 años, sobre el río San Antonio que conecta al Municipio con el sudoeste del estado de Paraná, Brasil, haciendo límite con el municipio de Capanema.
Las principales actividades económicas del Municipio son la agricultura, la ganadería, la foresto industria y el comercio.
La yerba mate (Ilex paraguarensis) es un cultivo endémico de la eco región del Bosque Paranaense, abarcando del sudoeste del Paraguay, los estados sureños del Brasil (35% de la producción mundial) y la Mesopotamia Argentina, que concentra el 62% de la producción mundial. El 87% de la producción de yerba mate se destina al mercado interno y el 13% restante se exporta. Los principales destinos son Siria y El Líbano (52%), Brasil (20%), Uruguay (14%), Chile (8%) y el 6% restante a otros destinos, destacándose entre ellos el sur de los EEUU, España, Italia y Francia debido al creciente consumo de la infusión entre la población de origen hispano. (INTA, Cerro Azul 2008). La superficie plantada de yerba mate en el municipio de Andresito, es de aproximadamente de 15 mil hectáreas, con una producción promedio de 8 mil kilos por hectáreas. Esto significa que la cosecha anual de hojas verdes suma alrededor de 120 millones de kilos, con un precio promedio para el año 2014 de $ 4,10 por kilo de hoja verde, el negocio de la comercialización de hojas verdes generó, para la zafra 2011, un movimiento económico de alrededor de 490 millones de pesos al municipio. Se estima que aproximadamente unas 4 mil personas tienen trabajo directo con la actividad yerbatera, incluyendo cosecheros, obreros de la industria y los transportistas. Existen 13 secaderos que procesan las hojas cosechadas y las convierten en 40 millones de kilos de yerba seca de molido grueso, denominada como yerba canchada. Una buena parte de esa yerba seca, es traslada a otros puntos de la provincia y el norte correntino para su estacionamiento y posterior molienda para la venta directa a los consumidores. Existen en la localidad dos molinos que completan el proceso de molienda para el consumo, pero únicamente uno de ellos comercializa en góndolas de la Argentina su producto, yerba mate Andresito. El otro molino es propiedad de una empresa que se dedica a la exportación de yerba seca y molida, a países árabes. Una buena parte del proceso de secanza y comercialización de la yerba mate se realiza a través de cooperativas, existiendo un total de 4 cooperativas yerbateras, una de ellas, la de mayor producción, comercializa una marca propia con distribución nacional. En los últimos años el sector yerbatero se encuentra en un proceso de mejoramiento del manejo de los yerbales, el mejoramiento de las condiciones laborales del sector y un proceso de adaptación de las industrias de secanza a las nuevas exigencias ambientales en lo que hace a la generación de calor para el secado. Por otra parte, los prestadores de servicios de cosecha y traslado se encuentran también en un proceso de mejoramiento y asociativismo para poder hacer frente a las nuevas exigencias laborales y mejorar la competitividad el sector.
Las existencias ganaderas de la provincia de Misiones representan el 0,7% del total del País con alrededor de 400 mil cabezas. Se destinan a la actividad 313 mil hectáreas entre pasturas y forrajes aproximadamente. El 71% del stock ganadero se distribuye en cinco cuencas ganaderas con centros en 25 de Mayo, San Pedro, Ruiz de Montoya, Puerto Rico, Montecarlo y Andresito. En estas cuencas se destacan los rodeos de ciclo completo. Si bien la calidad de carne obtenida es muy variable, existen algunos rodeos que están próximos a alcanzar calidades de exportación sobre bases pastoriles y en algunos casos con suplementaciones intensivas en feed lot. La cuenca ganadera de Andresito, cuenta con alrededor de 10 mil hectáreas de potreros que albergan unas 40 mil cabezas de ganado, cuyo crecimiento ha sido significativo si tenemos en cuenta que para el año 2005 el rodeo era de unas 16 mil cabezas de ganado vacuno. Entre las modalidades ganaderas de Andresito se encuentran la cría y venta de terneros, engorde a campo y en los últimos tiempos se implementaron sistemas de engorde por sistema feed lot, contando en la actualidad con 8 productores bajo esa modalidad. Esta importante producción ganadera tiene como destino la venta de terneros en pié hacia otras regiones de la provincia y el norte de Corrientes, con un movimiento mensual de aproximadamente 80 cabezas. Otra parte de la producción es destinada al abastecimiento local y regional, mediante el faenamiento de unas 400 cabezas mensuales, las cuales un porcentaje va para el mercado local, que se autoabastece de carne, y las localidades de Wanda, Puerto Esperanza, Puerto Libertad y Puerto Iguazú. El faenamiento y proceso de la carne y sub productos vacunos, se hace a través de una Cooperativa Productora de Carne, que por medio de apoyo gubernamental se encuentra en un proceso de ampliación y modernización para el procesamiento y aprovechamiento integral de las reses y la incorporación de una línea de faenamiento para porcinos. Respecto de la cría de porcinos, es importante destacar el mejoramiento genético y productivo del sector, contándose en la actualidad con unos 100 proyectos de productores en camino para la producción de cerdos. La mayoría de estos proyecto se realizan mediante el apoyo del Gobierno Provincial por medio de los planes denominados pro alimentos, contándose en la actualidad con unos 300 planes ganaderos aprobados en el municipio, esto incluye mejoramiento genéticos, de pasturas e infraestructura para la actividad ganadera.
Misiones es la principal productora de las 7 provincias tabacaleras de la Argentina, de la actividad según datos de INTA 2008, participan alrededor de 17.000 productores, en su mayoría minifundistas que en promedio cultivan 1,6 ha c/u y tiene dependencia tecnológica y financiera de empresas y de la Cooperativa Tabacalera de Misiones. La superficie cultivada con tabaco alcanza a 25.256 ha, de las cuales el 93% corresponde a la variedad Burley. Andresito posee alrededor de 2 mil productores tabacaleros, que cultivan unas 3 millones de kilos anuales.
Existen 23 aserraderos y carpinterías en el municipio que producen principalmente tablas, tirantes, machimbres y en menor medida muebles terminados. La materia prima utilizada por las industrias de aserraje locales es la madera nativa, sin embargo existe un importante crecimiento de la oferta de madera de bosques implantados. El municipio cuenta hoy con 10 mil hectáreas forestadas, principalmente con especies de alto valor comercial, como el cedro australiano, kiri y grevilea.
Existen diferentes proyectos productivos que se están desarrollando en el municipio y que forman parte de los proyectos de diversificación productiva, la búsqueda del autoabastecimiento y la generación de valor agregado a la producción primaria y la optimización en el uso de la tierra. La mayoría de estos proyecto son desarrollados por organizaciones cooperativas locales, entre ellos se destacan, la producción de almidón de mandioca a partir de cultivos locales, el cultivo de la caña de azúcar y la producción de azúcar de mesa y sus derivados, la producción frutihortícola y de procesamiento de cogollos de palmitos. También existen productores dedicados a los productos de granja, pollos, dulces caseros, productos de huerta y cítricos, que son comercializados a nivel local o regional, principalmente en Puerto Iguazú, una localidad que concentra, además de su población, a un millón doscientos mil turistas al año, constituyendo unos de los principales mercados potenciales para la producción del municipio. Sin embargo, para poder acceder a los mercados regionales es necesario mejorar los niveles de producción en cuanto a cantidad y calidad, logrando llegar con continuidad y buenos precios. Para ello el municipio se encuentra desarrollando una cuenca productora de verduras y hortalizas, bajo la modalidad de buenas prácticas agrícolas, con el objetivo de lograr comercializar la producción en restaurantes y hoteles de Puerto Iguazú, bajo una marca de origen y con estándares unificados.
El turismo en Andresito es una actividad incipiente que se sustenta en la cercanía del mega atractivo de las Cataratas del Iguazú, que congregan un millón doscientas mil personas al año. Basados en la importante superficie de áreas naturales protegidas y la enorme biodiversidad que ellas encierran, el desarrollo del turismo se ha centrado principalmente en el segmento del ecoturismo, y dentro de él en el turismo de avistaje de aves, un segmento de gran desarrollo mundial. Existen en Andresito 4 empresas abocadas al ecoturismo, y con fuerte enfoque en el avistaje de aves, convirtiendo a Comandante Andresito en el primer destino nacional para esta actividad. Tal es así que durante el mes de agosto de 2015, empresarios locales participaron de la feria más importante sobre el turismo de observación que se realiza en Londres, Inglaterra. Otros atractivos de interés es la actividad de cultivo e industrialización de la yerba mate, el canotaje, principalmente en el río Iguazú, y las caminatas en selva, en los numerosos senderos que existen dentro de los parques y reservas públicos y privados dentro del municipio.